El tercer fenómeno es el cambio en la parte más superficial de la piel. Se producen alteraciones de la textura y pigmentación. Aparecen arrugas que pueden ser finas y a veces más pronunciadas.
La forma más apropiada para el tratamiento del rejuvenecimiento facial es hacerlo globalmente, para producir un resultado armonioso y natural.
En cada paciente tenemos que decidir qué tipo de procedimiento se adapta a su caso. Generalmente, para obtener unos resultados más naturales es bueno combinar varias técnicas.
El tratamiento adecuado para el descolgamiento es el Lifting. Mediante el mismo se reposicionan los tejidos blandos que se han desplazado inferiormente. Existen diferentes técnicas cuyo objetivo final es devolver a la frente, mejillas y cuello a la posición que tenían en la juventud.
El tratamiento de la atrofia o desinflado que tiene lugar sobre todo en párpados y alrededor del ojo, mejilla y zonas peribucales, son los microinjertos de grasa. La grasa que nos sobra del abdomen, caderas o muslos, se extrae con cánulas de liposucción y se vuelven a inyectar con microcánulas en las zonas en donde se ha detectado que ésta se ha perdido, con el objeto de devolver a la cara la forma y volumen perdidos. Proporciona luminosidad y frescura a nuestro aspecto.